Comenzó a definir su equipo de trabajo y una agenda propia. Su rol será clave para reconstruir la relación con las provincias y conseguir el respaldo en el Congreso.
Diego Santilli comenzó a moverse y negociar como ministro del Interior antes de asumir formalmente el cargo. Lo que se sabe es que ya mantuvo conversaciones con varios gobernadores y en su entorno aseguran que “no llegó a hablar con todos, pero va lo va a hacer”. En sus equipos avanzan sobre una agenda de trabajo para iniciar la próxima semana, cuando se espera que se concrete la toma de juramento.
El Gobierno postergó la asunción del funcionario a la espera de conseguir el dictamen de mayoría para el proyecto de Presupuesto 2026, que finalmente se resolvió este miércoles. Con el aval parlamentario ya en manos del oficialismo, Santilli estaría en condiciones de asumir, aunque el presidente Javier Milei viaja este miércoles a Estados Unidos, por lo que la ceremonia se trasladaría a la semana próxima.
Mientras tanto, el diputado define al equipo que lo acompañará en la cartera del Interior y delinea los primeros pasos de su gestión. La prioridad será recomponer el vínculo con los mandatarios provinciales, tras las tensiones acumuladas por los recortes y el freno de la obra pública.
Por su trayectoria política, Santilli mantiene relación con la mayoría de los gobernadores, tanto por su paso por Juntos por el Cambio como por los años compartidos en el Congreso.
Expectativa y cautela en las provincias
Apenas se conoció la designación de Santilli generó expectativa y prudencia entre los gobernadores. En las provincias valoran que el reemplazante de Catalán tenga un perfil más político y experiencia en gestión, pero advierten que el desafío no será solo de nombres, sino de poder real para tomar decisiones concretas.
Milei confirmó que Santilli será el encargado de “llevar adelante las conversaciones con gobernadores y legisladores para articular los consensos necesarios” sobre las reformas que el Gobierno busca aprobar en el Congreso.
Una primera lectura en las provincias es que el nombramiento podría significar una oportunidad para recomponer la relación política con la Casa Rosada, deteriorada a lo largo de los dos primeros años de gestión. Sin embargo, los mandatarios pidieron que el diálogo se traduzca en hechos. “Me gustaría saber cuál es el mandato que tiene del Presidente: si es ser amplio con los gobernadores o ser restringido con los gobernadores”, señaló un mandatario de una provincia productiva.