La vacuna contra el coronavirus empezó a llegar. En los planes más optimistas y tras algunos pronósticos incumplidos, el presidente Alberto Fernández imagina al 85 por ciento de la población mayor de 18 años vacunada antes de 2022. Mientras tanto, el Gobierno busca mitigar los efectos de la segunda ola de la pandemia.
Con ese fin, en los primeros días de febrero aseguran que lanzarán una campaña de concientización, prevención y relevamiento educativo en los 4.400 villas y barrios populares de todo el país. Será puerta a puerta y participarán 150 mil voluntarios de organizaciones sociales. Lo empujan los funcionarios del Movimiento Evita de Jefatura de Gabinete. La mayoría de esos militantes sociales cobra planes que equivalen a la mitad de un salario mínimo. No descartan que puedan recibir una remuneración extra.
El plan oficial incluirá 5 ejes: higiene, concientización de vacunas, apoyo escolar y relevamiento de deserción, violencia de género y seguridad.
El primero está vinculado con la prevención: el reparto de barbijos -en muchos casos elaborados por las propias cooperativas de trabajadores informales- y alcohol en gel representa una extensión de «El Estado cuida al barrio», que instrumentó Desarrollo Social en plena pandemia a través de la secretaría de Economía Social, que conduce Emilio Pérsico, líder del Evita. Ese programa, que incluyó la participación de 15 mil militantes de organizaciones sociales, se concentró en los operativos detectar, el aislamiento comunitario y el fortalecimiento de comedores.
Fuente: Clarín