PICARDÍAS POLÍTICAS Y AMOR POR CONVENIENCIAS

PICARDÍAS POLÍTICAS Y AMOR POR CONVENIENCIAS

Sabes con que la gente se enoja mucho, se enoja con las cosas que la gente ve que no las puede alcanzar, por ejemplo, Salta es una ciudad que tiene 700 mil habitantes, en este sistema representativo, republicano y federal a nosotros los salteños como al resto de algunos provincianos siempre nos tocó bailar con la más fea.

Nos tocó ser una provincia periférica, norteña, nos tocó convivir en una provincia donde hay distintas etnias y es muy difícil controlar que la prosperidad, el cuidado y la diligencia les llegue a todos. ¿Cuántas veces hablamos de la pobreza en la que viven muchos departamentos de Rivadavia, San Martín y el propio departamento de Orán?

Nos ha tocado muy de cerca vivir esa realidad lacerante cuando se mueren los chicos wichi en el norte, nos ha tocado vivir tristemente con congoja cuando vemos que nuestra provincia no es una provincia industrializada, cuando nuestra gente se levanta a las 5 de la mañana y a las 6 de la mañana ya está en el campo, está trabajando, cosecha y finalmente no puede sacar la cosecha, porque los fletes hacia el puerto son carísimos.

Eso nos condenó a los provincianos y sobre todo a los salteños a ser una provincia periférica. Si a eso le unimos una gran cantidad de políticos que no eran los más eficientes, que no eran los más lúcidos, que siempre terminaron alineado con los gobiernos centralistas de Buenos Aires, que pregonan el famoso federalismo pero que, sin embargo, son claramente centralista y todos terminan alineados. Son centralistas por conveniencia porque los distritos electorales de peso, los que eligen Presidente de Nación en la Argentina no son precisamente los salteños, nosotros vamos colgados ahí con un 3% del electorado, el resto son distritos electorales fuertes.

Por eso cada paso que damos en medio de nuestra pobreza, en medio de nuestra situación increíble, nos pasamos 12 años escuchando a un gobernador como Urtubey, que antes de decirte “buen día”, te decía “que pobre que somos”, entonces inclusive nos bajó la autoestima. Nunca Urtubey tuvo una solución para el problema de la pobreza, siempre eran los paliativos, nunca la solución de fondo. “Vamos a poner al salteño en el centro de la escena”, “no vamos a ocultar los problemas”, lo mismo que está haciendo Sáenz ahora, “vamos a ponerlos arriba de la mesa”, no los ponía debajo de la mesa, pero los ponía debajo de la alfombra.

Entregó la provincia Urtubey y sin embargo seguimos siendo tan pobres como cuando él asumió o más, sin embargo, el señor era fanáticamente peronista del mismo signo que dicen que son los gobierno nacionales y populares, del mismo sigo político con esa ideología que persiguen a los ricos para favorecer a los pobres, sin embargo, en Salta floreció la pobreza al tal punto que hoy tenemos el 50% de la población que es pobre.

Tuvimos 12 años de Urtubey, el señor se declaró fanáticamente peronista, gobernó con todos los peronistas, le tocó compartir gobiernos nacionales con peronistas, ¿cuál es la razón entonces, por la que Salta no puede avanzar? Te las acabo de decir.

Entonces cada paso que damos para nosotros es un esfuerzo gigante, realmente porque la pobreza va acompañada además de la ignorancia. Hay asimetrías que tenemos en Salta, esas asimetrías culturales y de educación no son solamente las económicas, las económicas son las consecuencias de nuestras asimetrías culturales y de educación por eso cada paso que damos para avanzar es un paso que no queremos retroceder porque nos ha costado mucho.

Este distritito de Salta que es Salta Capital, tiene 700.000 habitantes, ayer charlaba con Estrada que es hoy subsecretario de provincias del ministerio del interior. El señor fue acá ministro de economía, ósea que conoce Salta perfectamente, y me decía, “decidimos trabajar con dos ciudades importantes en el norte, una es Salta y la otra es Tucumán “.

Salta porque es importante y porque tiene 700.000 habitantes, porque está entre los destinos más importantes turísticamente hablando del país, pero más allá de eso no tiene peso. ¿Qué deberíamos hacer con Salta, si tanto nos cuenta avanzar? Es no dejarla retroceder.

El gobierno de Sáenz que duro 4 años, hizo avanzar Salta muchísimo, una ciudad que venía de un tendal de estupidez que había dejado Isa, donde no se podía andar por las calles. Hicieron el bacheo día tras día, convirtieron en un obrador a la ciudad de Salta por la cantidad de obra pública que se hizo.

El señor no se quedó a tras de un escritorio, como un cortesano, aburguesado, esperando que alguien venga y le dé una mano o que a través de una trapisonda política alguien se interese en darle una mano para jorobar a otro. El señor se levantó, se fue, buscó, y trajo fondos que nadie había traído antes a Salta. Ninguno de los intendentes que lo precedió a Sáenz logró gestionar esa cantidad de fondos que hizo que Salta, en poco tiempo comenzase a transformarse.

Se trasformó el centro, el tema de las inundaciones se bajó, empezó con cosas importantes en la ciudad, cuatro años. A mí personalmente me hubiese gustado siga un poco más de tiempo para que siga la transformación de la ciudad. Sin embargo, las imposiciones democráticas le impusieron cumplir esa obligación desde otra jerarquía y otra posición política que es la de Gobernador de la Provincia.

Yo veo que en estos cuatro meses que en el que tenemos el actual gobierno municipal, Salta está no solamente detenida, sino que además está retrocediendo, si a eso le sumamos la pandemia que estamos viviendo, en poco tiempo más vamos a hacer de cuenta que estamos en el medioevo.

Nos quedaremos sin servicios básicos, el asfalto está deteriorado, no hay ninguna obra en la calle, habrá siempre una excusa, pero lo cierto es la evidencia.

Ahora aparecieron los famosos casos de dengue, pero el dengue no apareció ahora, es una enfermedad endémica que tenemos en Salta que debería ser una lucha con esfuerzos sostenidos de todos los gobiernos para evitar que la gente se enferme, porque es más peligrosa que el coronavirus.

Tenemos más de 600 infectados en Salta por dengue y hay varias muertes por dengue, pero creen que pidiéndote que vos des vuelta el florero se va a solucionar el problema, cuando los criaderos de mosquitos están del lado que le corresponde al estado municipal cumplir con esa obligación.

Esa cantidad de impuestos que uno paga por lo menos debería servir para cumplir con las necesidades básicas que debe cumplir en beneficio de los salteños el gobierno municipal.

No se metan donde nadie los llama, dedíquense a dejarnos buenas calles, buena iluminación, cortar el césped de las plazas que son un verdadero mamarracho, a limpiar los canales para que la gente no se inunde y no haya dengue.

Si pueden hacer eso y les sobra plata continúen con otra acción, pero no vengamos a hacer otras cosas que son secundarias y no primarias. Acá en Salta ocurre eso, no se puede diferenciar con una lógica que es primario y que es secundario, cuáles son las prioridades con las que se tiene que gobernar un municipio, entonces hace que nosotros estemos retrocediendo.

Me preocupa ver como en medio de ésta situación, emergen las debilidades propias de la incapacidad que tiene el municipio y quienes lo están manejando para manejarse con cierta soltura en el beneficio de los salteños.

Ayer veíamos un problema con el Concejo Deliberante, que está integrado por 21 concejales. La intendenta de la ciudad cuando asumió tenía 15 que eran oficialistas, de esos 15 había muchos que evidentemente eran de Sáenz, pero quien se iba a poner a distinguir finamente, si eran de Sáenz o de Romero. Estaban todos unidos por el “amor a Salta”, estaban “juntos por el cambio”, ese amor fraterno y político les duro menos de 4 meses, se esfumo el amor y dejó paso a un gigantesco abismo.

Ahora tienen que contratar a alguien que es foráneo a la planta municipal para que venga a arreglarle el problema político a la intendenta de la Ciudad, cuando juran los señores que además están economizando, crean un cargo rentado para un señor que venga y ponga freno a las torpezas políticas con las que se están manejando.

Entonces en la medida en que nosotros no veamos, porque estamos distraídos en la cuarentena, jugando a la PlayStation o yendo a comprar carne para comer el fin de semana, están sucediendo estas cosas en la ciudad tenemos que verlas, analizarlas, porque después cuando se vuelva a la realidad cotidiana de todos los días y a la normalidad, estos problemas te va a estar esperando en la mesa, y entonces habremos retrocedido del avance que le dejo Sáenz, habremos retrocedido varios años  y eso es lamentable para una ciudad y para un pueblo donde nos cuesta tanto sacrificio avanzar.

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