Los permisos de edificación para Salta capital cayeron un 38% a inicios de 2018.
Un indicador clave para anticipar el movimiento de la construcción en el futuro son los permisos de edificación que otorgan los municipios. Con esa referencia, se puede prever que para la ciudad de Salta no se vislumbran demasiadas obras en el sector privado.
El último informe sobre el NOA del Ieral, de la Fundación Mediterránea, da cuenta que en los dos primeros meses de este año los permisos de edificación otorgados fueron un 38% menos que en enero y febrero de 2017.
En el primer bimestre de 2018, según consigna el estudio elaborado por el economista Lucas Dapena, se autorizaron poco más de 40 mil metros cuadrados para edificar.
Los puestos de trabajo que se generan en la construcción privada en la capital salteña triplica a los que toma la obra pública, según explicó a El Tribuno Guillermo Arroyo, titular de la Cámara de la Construcción local. En el resto de la provincia, la dependencia de fondos estatales para la actividad es casi exclusiva.
«La situación es compleja para la parte privada en tanto no haya previsibilidad. Es difícil hacer un plan de obras que sea sostenible. Vienen los aumentos de las tarifas y de los combustibles y eso trae el aumento de los costos de la construcción, es una calesita que gira y no para nunca», se lamentó el empresario constructor.
Obra pública
Un aliciente ante el panorama sombrío que presenta la actividad de la construcción para Salta durante este año, es que los proyectos del Plan Belgrano no formarían parte del recorte de $30.000 millones que anunció la Nación para obras públicas. Al menos así lo aseguró a este diario José Azcárate, el segundo al mando de ese programa nacional de desarrollo para el norte del país.
Del mismo modo lo ratificó el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, aunque advirtió que puede haber postergaciones en proyectos a los que falta terminar de planificar.
Lo que no se tocaría, en cuanto a inversión, son las obras viales y ferroviarias, que son el eje del Plan Belgrano. Que no se recorten recursos para esos trabajos responde a la lógica de que cuentan con financiamiento externo, en el caso de la renovación de vías de tren, o se incorporaron al sistema de participación pública (PPP), como es la construcción de la autopista de la ruta 9-34.
Fuente: El Tribuno