El ganador local de las PASO aumenta sus chances para reemplazar al gobernador.
Dos certezas sobresalen en la provincia tras las PASO de ayer. Se acentuó la pérdida del acompañamiento de los salteños a Juan Manuel Urtubey, quien a diferencia de las elecciones legislativas de 2017, cuando empezó a vislumbrarse ese síntoma, esta vez es candidato. Y Sergio Leavy sacó chapa para postularse como uno de los dirigentes con más altas chances de suceder al actual gobernador provincial en diciembre.
De hecho, el candidato a senador nacional por Salta del Frente de Todos ya empezó a hablar anoche en la sintonía de sus aspiraciones, nunca ocultadas, de ocupar el principal sillón del Centro Cívico Grand Bourg.
Si se concreta el deseo del nacido en Metán podrá hacer gala de una performance política insólita: en solo dos años pasará de ser intendente de Tartagal, diputado nacional (su actual cargo), senador nacional electo (tendría que renunciar a esa banca) y gobernador.
Con los votos que obtuvo Leavy ayer se acomoda, tranquilamente, para imponer condiciones en el frente que integra junto al justicialismo local de cara a las elecciones provinciales que arrancan el 6 de octubre con las primarias, 21 días antes de las generales nacionales. Si bien las últimas experiencias electorales demostraron que no hay una relación directa entre lo que sucede a nivel país con la grieta macrismo- kirchnerismo y los comicios distritales, el exjefe comunal tartagalense puede mostrar a la elección de ayer como una perfecta encuesta para definir quién manda en ese agrupamiento partidario.
Los dos años de ascenso meteórico de Leavy contrastan con lo que sucedió con Urtubey en el mismo período. El candidato que impulsó el gobernador para la Cámara de Diputados de la Nación en las legislativas de 2017, Andrés Zottos, salió segundo con 170.759 votos, el 23,47% de los sufragios de esa oportunidad. Ayer, el mandatario salteño, ya como candidato a vicepresidente por Consenso Federal, llegó a cerca del 18% de las adhesiones entre sus conciudadanos (porcentaje provisorio con el 93% de las mesas escrutadas). Son unos 51 mil votos menos. Su fórmula ayer quedó tercera, al igual que los candidatos que lo acompañan en las categorías de senadores y diputados nacionales.
Ante ese panorama, se debe repensar si es que la exclusión autoimpuesta por Urtubey en el armado de la oferta electoral del oficialismo provincial obedece a una conciencia de «institucionalidad», como la definió, o más bien se trata de las limitaciones de un poder que se diluye y desgasta tras 12 años al frente del gobierno provincial.
Si se confirman los resultados de las PASO en las generales, el Gobierno provincial habrá perdido las dos bancas que mantiene en el Senado nacional.
En esa categoría, la agrupación que gane aunque sea por un voto se quedará con dos escaños y el segundo ocupará el restante que corresponde a Salta. Juan Carlos Romero, de Juntos por el Cambio, corre con ventaja para renovar en ese cargo. Aventaja por más de cuatro puntos porcentuales al candidato de Unión por Salta, Marcelo Lara Gros, y con la polarización entre Macri y Fernández que, se supone, aumentará sus votos en las generales.
Pasado y presente, en las legislativas
La comparación de los resultados de las primarias de ayer en la provincia con lo que ocurrió hace tan solo hace dos años en la categoría legislativa arroja resultados sorprendentes y dan cuenta de la estrepitosa caída en la adhesión a la administración macrista en la misma medida del deterioro de la situación económica y social de la provincia y el resto del país. Esos indicadores negativos también afectaron, por cierto, al oficialismo salteño.
En 2017, Cambiemos obtuvo en Salta alrededor de 72 mil votos más de los que logró en las elecciones de este domingo.
Fuente: El Tribuno