En el cierre del debate, el titular del bloque Justicialista sostuvo que este Gobierno no tiene plan económico y aclaró que si no se aprobara el presupuesto el jefe de Gabinete tendría libre disponibilidad sobre más de un billón de pesos.
El jefe del interbloque Argentina Federal, Pablo Kosiner, planteó hacer un balance a la hora de hablar del Presupuesto, y sostuvo que el proyecto de este año debería estar “enmarcado dentro del cambio que este presidente les prometió a los argentinos”.
“Es tiempo de rendirle cuenta a ellos, y a los que no lo votamos, qué hizo con el cambio prometido”, señaló, para recordar luego que Mauricio Macri había propuesto “pobreza cero”, tema en el que el INDEC ha reflejado una pobreza de 27,3%. “Claramente muy lejos del nivel de pobreza cero que el presidente había planteado”, señaló, aunque aclaró que ese concepto era en realidad un objetivo. “Pero tampoco este gobierno pudo iniciar una curva pronunciada de descenso de la pobreza”, aclaró.
Luego recordó el compromiso presidencial de que no habría ajuste, y por el contrario recordó que la variación de tarifas generó precisamente ese ajuste. Lamentó entonces que se hubiera vetado la ley de tarifas responsables. “Al veto del presidente no hemos encontrado ninguna otra respuesta”, apuntó.
Mencionó el tema del trabajo, y en ese sentido Kosiner señaló que el resultado de esta gestión es 9,6% de desempleo en el segundo trimestre, el peor registro en doce años.
Por último, citó la baja de la inflación a un dígito. Y la inflación en este año se ubica en un 33% hasta ahora, recordó. “En los últimos tres años la inflación promedio anual fue de 32%”, detalló.
Así las cosas, consideró que “el problema es la falta de plan económico. Creo que este Gobierno nunca alcanzó a tenerlo, porque las variables que ha utilizado son de política eminentemente monetaria”. En estas circunstancias, se preguntó qué hacer con este presupuesto.
“Una opción era rechazarlo”, admitió, pero como consecuencia de eso advirtió sobre el día después de esa situación. “Lo primero que hay que decir es que si se rechaza, se activa el ajuste que implica un presupuesto prorrogado”, señaló. La otra opción es, dijo, “involucrarnos en la discusión de este presupuesto, sabiendo que no aprobarlo es tremendamente peor desde el punto de vista del riesgo de un ajuste”.
El salteño destacó que haberse involucrado en la cuestión permitió lograr modificaciones sobre el presupuesto. Y tras enumerar los cambios logrados, advirtió que peor es arriesgarse a que el jefe de Gabinete termine reconduciendo el Presupuesto anterior. “Yo públicamente debo decir que no he escuchado gobernadores peronistas que digan que hay que rechazar el Presupuesto. Apostamos a un sistema de construcción colectiva”, aclaró.
“La prórroga de un presupuesto habilita ajustes peores”, aseguró Kosiner. Y en ese sentido advirtió que el monto de libre disponibilidad que tendría el jefe de Gabinete sería de más de un billón de pesos, “para hacer el ajuste que la Ley de Administración Financiera establece”. Si no tuviera el Gobierno Presupuesto, Marcos Peña pasaría a administrar el 6% del PBI, aseguró.
Fuente: Parlamentario.com